La fachada
La fachada es la primera imagen del punto de venta. Está formada por la combinación de la arquitectura externa, los escaparates, los rótulos exteriores, la cruz y la puerta de entrada (hay que atender a las normativas particulares de cada ayuntamiento porque varían considerablemente).
Es un símbolo distintivo de cada farmacia y un magnífico elemento de comunicación.
Su objetivo es que los clientes conozcan y recuerden la existencia de la farmacia.
La fachada debe:
- Reflejar la identidad y posicionamiento de la farmacia.
- Estar siempre limpia y con todos sus elementos en perfectas condiciones.
- Ser lo más transparente posible para que se comuniquen la parte interna con la externa.
- Estar bien iluminada con luz que realce la entrada y los escaparates.
Hay que distinguir dos niveles:
- Nivel superior de la fachada, que incluye el rótulo y la cruz y que tiene como función que el transeúnte localice e identifique la farmacia.
- Nivel inferior, que incluye el escaparate y la puerta y que tiene como función informar, atraer y provocar la entrada a la farmacia.