Exposición del producto por categorías

Se trata de organizar la exposición de las diferentes clases, familias o referencias de manera que resulte más rentable para la farmacia y de forma lógica y manejable para que el cliente encuentre fácilmente lo que busca y el personal de la farmacia sepa dónde colocarlo.

Para ello, lo más práctico es organizar el producto por categorías basadas en diversos criterios:

·       Tipo de producto: aumenta la percepción de oferta diversificada, permite al farmacéutico potenciar una segunda marca y favorece las ventas cruzadas.

·       Marcas: sólo es posible cuando la cantidad de producto que trabajamos es grande y la marca es muy conocida.

·       Cuidados o problemas que resolver y la temporalidad del producto.

Principales categorías a diferenciar:

·       EFP/OTC  y homeopatía.

·       Dermocosmética (productos faciales), higiene (corporal, capilar, bucal) dietética y fitoterapia.

·       Infantil (nutrición, higiene y complementos).

·       Ortopedia (menor y mayor).

Situación de las distintas categorías

Las situaremos por zonas, en función de los «puntos fríos y calientes», y teniendo en cuenta las necesidades del público.

Empezaremos colocando las EFP y la homeopatía justo detrás del mostrador principal, pudiendo reservar un espacio en esta zona para los productos de temporada o que quieran destacarse.

Ubicaremos las categorías de alta rotación y los productos de compra planificada en las zonas frías, menos transitadas y más alejadas de la puerta y del mostrador, para que los clientes pasen por delante de la máxima superficie de exposición hasta llegar a estas zonas.

Reservaremos la zona más amplia y fría para los productos infantiles, por el espacio que necesitan las madres con los cochecitos, evitando así que interfieran en el flujo de la circulación. Al tratarse de un producto de primera necesidad, no es necesario situar la alimentación infantil en una zona caliente, ya que los clientes acudirán a ella por iniciativa propia. De hecho, como hemos visto antes, incluso puede servir para «calentar» la zona de la farmacia en la que se encuentra.

Difuminar los productos de la competencia. No nos interesa hacerles publicidad

Situaremos en las zonas calientes las categorías que más nos interese trabajar y de compra por impulso, para asegurar su visibilidad. El resto de categorías se ubicarán a partir de ahí priorizando según el nivel más o menos caliente de cada zona y el tipo de público dominante en la farmacia.

Cada sección reforzará la siguiente, de forma que los clientes vayan descubriendo los diferentes productos de su interés con naturalidad y puedan aumentar el conjunto de su compra.