Cambios fisiológicos en el lactante y en su aparato digestivo
Cambios fisiológicos
Tras el nacimiento, el bebé está preparado para la lactancia, pero su Sistema Nervioso Central todavía no está completamente formado por lo que se ponen en marcha otros mecanismos fisiológicos que consiguen permitir al lactante que pueda alimentarse.
Algunos de estos mecanismos como es el “hociqueo” o el movimiento de cabeza del bebé para encontrar el pezón o la tetina del biberón, o la deglución. Estos reflejos los irá perdiendo a medida que el Sistema Nervioso vaya madurando y los movimientos los hará de manera intencionada.
Desde el punto de vista nutricional, en los primeros momentos de vida del bebé hay ciertos periodos críticos en su desarrollo que pueden influenciar en su crecimiento posterior, ya que parece ser que los neonatos han de aprender algunas destrezas que darán lugar a que puedan desarrollar competencias a consecuencias de ellas.
Tras el nacimiento, el bebé está preparado para la lactancia, pero su Sistema Nervioso Central todavía no está completamente formado por lo que se ponen en marcha otros mecanismos fisiológicos que consiguen permitir al lactante que pueda alimentarse.
Algunos de estos mecanismos como es el “hociqueo” o el movimiento de cabeza del bebé para encontrar el pezón o la tetina del biberón, o la deglución. Estos reflejos los irá perdiendo a medida que el Sistema Nervioso vaya madurando y los movimientos los hará de manera intencionada.
Desde el punto de vista nutricional, en los primeros momentos de vida del bebé hay ciertos periodos críticos en su desarrollo que pueden influenciar en su crecimiento posterior, ya que parece ser que los neonatos han de aprender algunas destrezas que darán lugar a que puedan desarrollar competencias a consecuencias de ellas.
- Por ejemplo, la boca del bebé es un complejo receptor de sensaciones y de ella depende que a través de la exploración que realiza desarrolle la habilidad de explorar y aprender. Si sucede que, al experimentar con su boca, el bebé no obtiene sensación agradable, guardará ese recuerdo como no placentero y elementos como la cuchara podrán no ser bien tolerados por el bebé.
- El control de la musculatura cervical es importante a la hora del desarrollo del bebé es cuando comienza a ser capaz de controlar su musculatura esquelética, sujetando el cuello. Este punto también afecta a la alimentación puesto que hasta que el bebé comienza a sujetar el cuello, no comienza a ser capaz de controlar miembros superiores, tronco y extremidades inferiores. El desarrollo motor del bebé está íntimamente ligado, por tanto, a su alimentación, puesto que la demanda de energía que tiene en esa etapa es más elevada.
- El desarrollo cognitivo del bebé que está también íntimamente relacionado con la alimentación , puesto que el Sistema Nervioso Central comienza a madurar lo que lleva a reconocer sabores, texturas, etc.
- El desarrollo del aparato digestivo. Este no será completo hasta los 7 meses de edad. Es por ello por lo que en los lactantes varía mucho tanto el número de deposiciones que realiza al día, así como la consistencia de esta en función de la maduración de su aparato digestivo.
- Además, en el lactante, se produce la maduración del aparato renal a los 3 meses de vida, aunque los valores que se tiene en la edad adulta no se alcanzan hasta los 2 años de vida. El lactante es capaz de diluir la orina, debemos tener en cuenta por tanto que la filtración glomerular la va a tener limitada y no debemos darle una elevada cantidad de líquidos hipertónicos1.
Cambios en el aparato digestivo
El lactante sano suele mantener la ingesta de líquidos exclusiva hasta el 4 o 5 mes de vida y esto es debido a que no consigue controlar el movimiento de extrusión de la lengua hasta ese periodo, lo que produce la eliminación de cualquier alimento que ingiera con el movimiento de la legua.
Las enzimas que componen la saliva, amilasa y la lipasa, están bien desarrolladas cuando el bebé nace y eso favorece la hidrólisis de los triglicéridos de la leche.
El vaciado gástrico se va a ver influido por la composición de la leche, por tanto, leches con un mayor contenido proteico y más grasa se va a ver enlentecido ese vaciamiento gástrico. En el caso de las leches de fórmula, el vaciado gástrico se produce de manera lineal.
La leche materna se vacía en dos fases, una primera rápida y otra lenta. El pH gástrico es superior que el del adulto, por lo que la acción de la pepsina sobre la digestión de proteínas es menor, lo que puede favorecer el paso a la circulación de proteínas enteras1.
Otra función que tiene que alcanzar su madurez en el primer año es la renal. En los tres primeros meses, el lactante alcanza una filtración glomerular que le permite mayor tolerancia al agua y solutos, pero los valores del adulto no se alcanzan hasta los 2 años. Son bajos también los valores de excreción y reabsorción tubular. Pero si la alimentación es adecuada el lactante puede tener una función renal satisfactoria.